¿Te acuerdas de cuando se decía aquello de: “¿me das tu número de teléfono y te llamo para quedar?”, o “¡tome nota de mi número y me llama, sin compromiso!?… se preguntarán con nostalgia nuestros hijos recordando épocas pasadas.
¡Ay, si Graham Bell levantase la cabeza! (aunque quien inventó el teléfono y lo llamo así fue Antonio Meucci y no Bell)… Y es que, la forma de contactar entre nosotros está cambiando a gran velocidad, como consecuencia de la transformación digital en la que estamos inmersos y que ahora está en el epicentro mismo del quehacer humano.
No es la primera vez que las grandes compañías telefónicas han tenido que adaptarse a los desafíos de los nuevos tiempos. Ya sucedió hace muy poco tiempo, a finales del siglo pasado, con la irrupción de la telefonía IP y el salto definitivo de la Voz sobre IP (VoIP), es decir: llevar la voz a través de Internet en lugar de enviarla por los circuitos utilizados por la red telefónica pública conmutada (PSTN). Fue una dura amenaza para los operadores hegemónicos, proveniente de invasores tecnológicos del mundo del equipamiento para redes convergentes de voz y datos: los fabricantes de Networking.
Y ahora, en pleno siglo XXI está volviendo a suceder. Una vuelta más de tuerca para los operadores de las telecomunicaciones, esta vez por parte de una legión de nuevos conquistadores procedentes del mundo de los datos y de los servicios por Internet: Google, Microsoft, Mozilla, Apple, Amazon y tantos otros, que están dictando la nueva generación de las comunicaciones.
La voz se está desplazando a Internet y la Web corporativa se está convirtiendo en la puerta de entrada del Centro de Contacto con las personas. Eso supone además que el desplazamiento se está produciendo hacia la red de datos y de una manera muy significativa por la red de banda ancha móvil, gracias a la proliferación de terminales inteligentes cuya expansión nacional y planetaria es imparable (4 de cada 5 usuarios de teléfono móvil en España usa un Smartphone).
Por su parte, la digitalización de contenidos continúa su arrollador crecimiento y ya está presente en la mayoría de las actividades que realizamos a diario. Nos guste más o nos guste menos, somos cada vez más digitales, sobre todo aquellas generaciones que han nacido con Internet y cuyo comportamiento en la Web, redes sociales y uso del móvil les lleva a querer las cosas con inmediatez y por cualquier medio on-line (puesto que no diferenciamos ni pensamos en “canales” de comunicación).
Por eso, ante este nuevo paradigma de comunicación digital, real y tangible, ¿para qué vamos a usar números de teléfono?, ¿Por qué vamos a tener que acordarnos de un número y luego tener que marcarlo para poder hablar, si lo puedo hacer directamente desde tu página Web, o por la app móvil o mediante la aplicación de mensajería instantánea con sólo hacer “clic” o solicitarlo verbalmente… Y es que, “llamar por teléfono”, ¡que anticuado suena!, ¿no?
